En época electoral, Soacha se convierte en un gran circo político. Afiches, vallas, pendones y demás elementos de publicidad exterior visual se apoderan de la ciudad, convirtiendo el espacio público en un caos visual.
Esta situación es preocupante por varios motivos. En primer lugar, la contaminación visual afecta la calidad de vida de los ciudadanos. La abundancia de publicidad puede provocar estrés, ansiedad y fatiga visual. En segundo lugar, la publicidad electoral puede generar un impacto negativo en el medio ambiente. Los afiches y vallas pueden ser elaborados con materiales que no son para nada biodegradables o reutilizables y todo esto es un gran foco de contaminación.
En Soacha, la situación es particularmente grave, es un problema que se repite en cada ciclo electoral. A pesar de las normas que regulan la publicidad exterior visual, los partidos políticos y candidatos siguen haciendo uso de esta práctica para llegar a los votantes.
Los candidatos le hacen conejo a la norma
Los candidatos electorales son los principales responsables de la contaminación visual electoral en Soacha. En su afán por llegar a los votantes, los candidatos no dudan en colocar publicidad electoral en cualquier lugar o en tamaños y diseños que invaden casas y/o edificios enteros.
Los candidatos electorales conocen las normas que regulan la publicidad exterior visual, pero deciden como buenos colombianos darle la vuelta y encontrar la manera de hacerle conejo. Esta actitud irresponsable demuestra que los candidatos electorales están más preocupados por sus intereses personales que por el bienestar de los ciudadanos.