Las recientes intervenciones administrativas de la EPS Sanitas y la Nueva EPS han generado un profundo debate en el sector de la salud, dejando en evidencia las preocupaciones sobre la estabilidad del sistema de atención médica en Colombia.

La Superintendencia Nacional de Salud tomó la decisión de intervenir a Sanitas, que cuenta con 5.790.578 afiliados, seguida por la intervención a la Nueva EPS, la más grande del país con más de 10.9 millones de afiliados. Ambas intervenciones se basan en el incumplimiento de requisitos financieros y otros factores analizados por la Superintendencia.

La intervención administrativa implica el reemplazo del gerente de la EPS por un funcionario interventor designado por la Supersalud. Por el momento, las entidades continúan prestando sus servicios con normalidad, incluyendo la entrega de medicamentos.

Las reacciones a estas intervenciones son diversas. La directora de Acesi, asociación que representa a hospitales públicos, señala que, si bien la intervención genera preocupación, es necesaria cuando no se garantiza adecuadamente la atención médica. Sin embargo, destaca la necesidad de una reforma estructural en el sistema de salud para abordar los problemas subyacentes.

Por otro lado, Acemi, la asociación que agremia a las EPS, rechaza la medida de intervención y la considera una amenaza para la atención de millones de usuarios. La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) también critica la falta de acción por parte del gobierno para abordar la crisis del sector.

Las preocupaciones se extienden más allá de las asociaciones sectoriales. La Asociación de Usuarios de Sanitas advierte sobre un posible deterioro en la prestación de servicios y un aumento en las quejas de los usuarios.

La Asociación de Laboratorios Farmacéuticos de Investigación y Desarrollo (AFIDRO) también expresa su preocupación por el futuro de la salud en Colombia, haciendo un llamado al Gobierno Nacional para tomar medidas concretas que aseguren la sostenibilidad del sistema.

En medio de estas reacciones y preocupaciones, queda por ver cómo evolucionarán las intervenciones administrativas y cuál será su impacto en la atención médica y los pacientes en el futuro cercano.