Los gobiernos de Colombia y Estados Unidos han acordado la instalación de tres centros en Soacha, Medellín y Cali para facilitar el trámite de solicitudes de refugio de ciudadanos de Cuba, Haití y Venezuela como parte de un nuevo plan de movilidad migratoria. La Cancillería colombiana informó sobre esta iniciativa, que forma parte de la fase exploratoria del programa «movilidad segura» y tendrá una duración de seis meses.

El primer Punto de Movilidad Segura empezó a funcionar en Medellín desde el 1 de agosto y los otros dos estarán ubicados en las instalaciones de los Puntos de Atención y Orientación (PAO) de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los Puntos de Referenciación y Orientación (PRO) de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Estas organizaciones serán las encargadas de procesar las solicitudes, y el Gobierno de Colombia no intervendrá en el proceso, ya que los asuntos relacionados con las vías de migración hacia Estados Unidos son discrecionales de ese Estado y dependen de sus políticas migratorias internas.

Cabe destacar que este mecanismo no procesará solicitudes de ciudadanos colombianos. Sin embargo, ambas partes acordaron trabajar para expandir las vías legales para que los ciudadanos colombianos puedan viajar, estudiar, vivir y trabajar en los Estados Unidos.

Además, en septiembre se reactivará el Grupo de Asuntos Consulares Colombia–Estados Unidos, un mecanismo binacional creado en 2006 para dialogar sobre asuntos migratorios, cooperación judicial, asistencia a detenidos, visas y extradición. En esta ocasión, se abordarán temas como visas de estudiante y trabajadores temporales para brindar opciones de viaje y estancia regular a los ciudadanos colombianos.

El anuncio se produce en el contexto del levantamiento del Título 42 el 11 de mayo por parte de EE. UU., que permitió más de 2,5 millones de expulsiones de migrantes desde 2020 bajo el pretexto de la pandemia durante el mandato del expresidente Donald Trump. La expectativa es que los nuevos centros en Colombia puedan evaluar los casos de hasta 6.000 migrantes al mes, lo que se espera tenga un impacto significativo en las decisiones migratorias en la región.

Adicionalmente, Washington brindará asistencia técnica y financiera a Bogotá para fortalecer las capacidades de la autoridad migratoria y mejorar el proceso migratorio en ambos países.